RECETA
- 150 gr de harina
- 8 gr de cacao puro en polvo
- 150 de azúcar
- 60 gr de mantequilla
- 120 ml de leche + 1 cucharadita de zumo de limón o vinagre blanco
- 1 huevo
- 2 cucharaditas de esencia de vainilla
- 1 cucharadita de vinagre blanco
- ½ cucharadita de bicarbonato sódico
- 1 cucharadita de colorante rojo en pasta
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1Ponemos el horno a precalentar a 160º y engrasamos el molde que vayamos a usar con mantequilla y espolvoreamos con un poco de harina.
2En primer lugar vamos a mezclar la leche con la cucharadita de zumo de limón o de vinagre y lo dejamos reposando mientras preparamos la mezcla, unos 10-15 minutos. Con esto conseguiremos una buttermilk casera.
3Aparte, en un bol ponemos la mantequilla con el azúcar y batimos a velocidad alta hasta que esté integrado.
4Añadimos el huevo, batimos para conseguir una mezcla esponjosa. Incorporamos la esencia de vainilla y seguimos batiendo.
5Tamizaremos la harina y el cacao en polvo juntos en un bol a parte e iremos incorporándola a la masa cucharada a cucharada, intercalando con la buttermilk, para asegurarnos de que todo queda bien integrado. En este punto debemos batir a la mínima velocidad o con una espátula a mano, para no sobrebatir la masa.
6Ahora tenemos que mezclar el bicarbonato sódico con la cucharadita de vinagre y en cuanto haga reacción y empiece a burbujear, lo añadimos a la masa e integramos bien.
7Por último, añadimos el colorante rojo. Lo mejor es que sea en pasta porque tiñen mejor la masa sin tener que usar mucho colorante.
8Pasamos la mezcla a nuestro molde y llevamos al horno durante 25 minutos aproximadamente.
9Dejamos enfriar y decoramos con azúcar glas.