1Remojar colapez en 1/3 taza de agua. Llevarla al fuego unos minutos para disolver. Enfríar.

2Pelar y despepitar las chirimoyas. Cortarla en trozos pequeños. Rociar con el jugo de limón. Separar.

3Batir las claras, incorporar el azúcar y seguir batiendo hasta punto de merengue.

4Agregar la gelatina disuelta ya fría y la chirimoya.

5Verter en un molde con hueco humedecido. Llevar al refrigerador 4 horas.

6Desmoldar colocando el molde sobre agua caliente por unos segundos para ayudar a que se desprenda.

7Decorar con hilos de fudge o salsa de chocolate y el resto servirlo en una salsera.