1Para hacer el almíbar:

2Ponemos en un cazo 1 taza y media de agua con el azúcar y el zumo de limón, removemos bien para que el azúcar se disuleva con más facilidad.

3Dejamos cocer a fuego lento hasta que el almibar espese ligeramente, pero sin dejar que coja color.

4Retiramos del fuego y añadimos la miel, el agua de rosas y el agua de azahar, removemos suavemente.

5Mientras el almibar se enfría, mezclamos en un bol todos los ingredientes del relleno.

6Cubrimos el bol con un plástico de cocina para que las frutas no se resequen, reservamos, derretimos la mantequilla sin sal a fuego lento.

7Enmantequillamos una fuente de horno rectangular con la mantequilla derretida y cubrimos con una hoja de pasta brick, repetimos la operación hasta que lleguemos a 5 capas de pasta.

8Añadimos el relleno con los frutos secos a la fuente y los extendemos bien.

9Ponemos encima varias capas de pasta brick de la misma forma que hicimos anteriormente, pintando con mantequilla entre una y otra capa.

10Recortamos la pasta que sobresale del molde con un cuchillo y marcamos unos rombos en la superficie con un cuchillo muy afilado.

11Metemos al horno durante 45 minutos a 150 grados, subimos la temperatura a 180 grados y horneamos 5 minutos más.

12Regamos con el almibar y dejamos reposar para que se empape bien, enfriamos fuera de la nevera, desmoldamos y cortamos en trocitos.