1Quitar al bacalao las espinas que tenga por los lados,

2Cortarlo en trozos regulares y ponerlo en un recipiente cubierto con agua fría, dejándolo remojar cuarenta y ocho horas.

3Cambiar el agua varias veces durante ese tiempo.

4Pasado ese tiempo, escurrir el bacalao y extraer las espinas que tenga con las manos, con mucho cuidado.

5A continuación, secar el bacalao con un papel absorbente y pasarlo por harina y por dos huevos batidos.

6Calentar aceite en una sartén y freír el bacalao hasta que esté doradito por todos lados.

7Pelar las patatas, cortarlas en rodajas y freírlas en el mismo aceite de haber frito el bacalao. (No deben dorarse).

8Escurrir las patatas y ponerlas en una cazuela.

9Colocar los trozos de bacalao sobre las patatas en la cazuela.

10Hacer un majado en un mortero con los ajos pelados, perejil y el clavo;

11Diluirlo con un poco de agua y verterlo sobre el bacalao.

12Al freir el bacalao, conviene probar el punto de sal que tiene, pues si fuese necesario, habría que salar un poco.

13Cocer los dos huevos restantes durante diez minutos y cuando pierdan el exceso de calor, pelarlos y picarlos muy menudos, mezclándolos a continuación con perejil picado.

14Cubrir el bacalao con la picada de huevos y perejil y añadir un poquito de agua.

15Cocer a fuego suave o en el horno hasta que la salsa espese un poco.