1Poner el bacalao en un recipiente cubierto con agua fría, dejandolo 48 horas y cambiando el agua 3 veces.

2Reservar una taza del líquido.

3Cortar el bacalao en trozos grandes.

4Ponerlo en una cazuela con agua al fuego y cuando empiece a echar espuma, retirar el bacalao y guardar parte del agua.

5Pelar 3 ajos, en una cazuela aparte, freírlos, sacarlos e incorporar el bacalao (con la piel hacia arriba) junto con una taza de agua del remojado, a fuego lento, moviendola la cazuela con movimientos de vaiven.

6Freír los ajos restantes en una sartén aparte y cuando el aceite esté tibio ir echándolo sobre la cazuela mientras se mueve.

7Servir adornando con la guindilla picada.