1Pon a remojar en un cuenco los albaricoques.

2Pon a hervir las lentejas en 75 cl de agua, con 1 cucharada de sal, hierve durante 30 minutos hasta que estén medio cocidas. Retira las lentejas de la cacerola, ponlas en un colador y pásalas por agua caliente.

3Dora las almendras en una sartén con 60 gr. de mantequilla. Retíralas de la sartén y en ésta mantequilla dora ligeramente la cebolla, añadiendo un poco más de mantequilla, si fuese necesario, hasta que se ablande y adquiera un color tostado. Retira la cebolla y resérvala junto con las almendras.

4Lleva a ebullición 1,5 litros de agua y sazónala con 2 cucharadas de sal. Vierte el arroz en el agua. Remuévelo con una cuchara de madera para que no se pegue al fondo de la cacerola y continúa removiendo hasta que el agua rompa a hervir. Hierve sin remover de 7 a 8 minutos, hasta que el arroz esté medio cocido. Escúrrelo en un colador y enjuágalo con agua bien caliente. Escurre a fondo el arroz y las lentejas, mézclalos, espolvoréalos con pimienta y remuévelos suavemente con dos tenedores para amalgamarlos.

5Derrite 250 g de mantequilla. Vierte un cuarto de la misma en una marmita de fondo grueso de 4 litros de capacidad. Incorpora suavemente la mezcla de arroz y lentejas, de manera que formen una especie de pirámide sobre la mantequilla. Vierte la restante mantequilla derretida sobre esta mezcla. Tapa y coloca el recipiente a fuego lento durante 1 hora.

6Retira la tapa y deja que el arroz y las lentejas se sequen durante unos 5 minutos. Prueba y, si es necesario, añade sal.

7Escurre los albaricoques, exprimiendo el agua con la ayuda de las manos.

8Añade el pollo a la mezcla de arroz y lentejas, removiendo suavemente con un tenedor. El calor del arroz es suficiente para que el pollo se cueza. Añade las almendras, la cebolla, los albaricoques y el eneldo. Remueve delicadamente sin romper la costra formada en la parte inferior con el arroz y las lentejas. Sirve inmediatamente, poniendo un poco de costra a cada comensal.