1Hervir las almendras con agua muy caliente y pelarlas, también pueden comprarse peladas pero el sabor no es el mismo. Rallarlas con un rallador y mezclar con azúcar y harina.

2Batir 8 claras de huevo sin que se lleguen a montar y añadirlas a la mezcla. Tapar con un trapo limpio y dejar reposar durante 12 horas en un lugar fresco.

3Untar con aceite una bandeja, batir la clara de huevo que nos queda y untarse las manos con ella. Con la pasta que estaba en reposo preparar bolas de la medida de las pelotas de ping-pong, de vez en cuando untarse huevo en las manos. Colocar las bolas en la bandeja y cocer en el horno a 170º durante 15 minutos.