1Se limpian perfectamente las alitas, quitando bien todos los restos de pluma.

2Se cortan por la juntura de las articulaciones y se ponen en un bol. Se sazonan con sal y pimienta.

3Se ponen en el mortero los dientes de ajo y se majan bien con el comino, el orégano y la paprika.

4Se le añaden el zumo de limón, el aceite y unas gotas de tabasco.

5Se vierte esta preparación sobre las alitas y se deja macerar en el frigorífico, al menos 2 horas, aunque es mejor hacer esta operación la víspera.

6Se colocan las alitas extendidas sobre una placa.

7Se meten al horno y se hacen dorar bien, a unos 200º, primero por un lado y después por el otro.

8Se sirven con una ensalada variada de verduras, a la que se puede añadir zanahoria rallada, nabo rallado, apio raíz rallado, etc.

9Por otra parte, se hace una salsa para untar las alitas, a base de una mayonesa bien espesa, a la que se añadirá una pizca de cada uno de los aromáticos que se han utilizado para la marinada, además de una cucharada de tomate concentrado.