1Blanquear los albaricoques en agua hirviendo durante 10 segundos, luego pasarlos inmediatamente a un bol lleno con agua fría para frenar la cocción.

2Pelarlos tan pronto como se hayan enfriado bastante para manipularlos.

3Cortar y abrir el surco de un albaricoque, luego separar con delicadeza la carne hasta que se pueda quitar el hueso; sacarlo.

4Cerrar haciendo un poco de presión en los bordes.

5Repetir el proceso con los albaricoques restantes.

6Cortar la rama de vainilla longitudinalmente.

7En una olla de fondo grueso y no reactiva sobre un fuego medio, mezclar la vainilla con 1/4 litro de agua, el vino, el azúcar y la piel de naranja.

8Hacer que hiervan, luego bajar el fuego y dejar cocer el sirope a fuego lento durante 5 minutos.

9Bajar el fuego hasta que la superficie del sirope apenas se mueva.

10Añadir los albaricoques y cocerlos, tapados, hasta que queden tiernos, de 3 a 4 minutos.

11Con una espumadera pasarlos a una bandeja; descartar el cirope cocido y enfriarlos durante 2 horas.

12Mientras se están enfriando, preparar la salsa en una olla pequeña y de fondo grueso, mezclar el azúcar con el zumo de limón y 3 cucharadas soperas de agua.

13Hacer hervir y coser a fuego lento hasta que adquiera una tonalidad ámbar rojiza, de 5 a 8 minutos.

14Quitar de inmediato la olla del fuego.

15Bien apartado para evitar las salpicaduras, lenta y cuidadosamente verter el zumo de naranja, luego la nata.

16Poner la olla de fuego lento y hacer hervir la salsa, removiendo todo el tiempo, hasta que se espese un poco, unos 5 minutos.

17Verter la salsa en un bol pequeño; tapar y refrigerar.

18Para servir, verter la salsa fría en platos individuales y colocar los albaricoques cocidos en la salsa.

19Adornar cada albaricoque con una hoja de menta.