RECETA
- 1 manojo de acelgas
- 4 patatas hermosas
- 4 cucharadas de aceite de oliva
- 4 dientes de ajo
- Harina y huevo para rebozar
- Aceite de oliva o de girasol para freír
- Sal
1Pelar las patatas y cortarlas en pedazos grandes.
2Separar las pencas de acelga de las hojas verdes. Las pencas las limpiamos de hilos, partiéndolas en pedazos de 7/8 cm. de largo.
3Las hojas verdes las limpiamos en varias aguas y las partimos a cuchillo en tiras alargadas.
4Ponemos abundante agua ligeramente salada a hervir, introduciendo las patatas y las pencas de acelga.
5Las cocemos unos 20 minutos, a fuego muy suave, hasta que tanto las patatas como las pencas las podamos atravesar fácilmente con el filo de un cuchillo y estén tiernas.
6Escurrimos todo, guardando un poco de caldo de cocción y en la misma cazuela, al calor, reservamos las patatas cocidas.
7Pasamos las pencas cuidadosamente por harina y huevo y rebozándolas, friéndolas en abundante aceite. Las escurrimos y las reservamos.
8Limpiamos la sartén y añadimos las 4 cucharadas de aceite y los ajos.
9Una vez bien dorados, añadimos las hojas verdes de acelga, dando unas vueltas unos minutos, hasta que veamos que se quedan como si fueran espinacas.
10Las añadimos a la patata reservada en la cazuela y machacamos el conjunto con las púas de un tenedor.
11Podemos añadir unas gotas de caldo de cocción de las patatas y la verdura. Sazonamos.
12Colocamos la patata y el verde de acelga en una fuente honda o en platos hondos y cubrimos con las pencas de acelga rebozadas.