Piña natural confitada

1Cortar los dos polos de la piña, pelarla, cortarla a rodajas de un centímetro de grueso y quitar el centro de cada una para eliminar el corazón fibroso.

2Pesar la fruta y ponerla en una cacerola grande; por cada 500 gr. de fruta, añadir 30 cl. de agua.

3Cocer la fruta a fuego medio hasta que empiece a ablandarse, unos 15'.

4Escurrir la fruta sobre una rejilla, reservando el líquido de cocción.

5Medir el líquido recogido y por cada 30 cl. calcular 175 gr. de azúcar o 125 gr. de glucosa y 60 gr. de azúcar.

6Añadirlo al líquido reservado y cocerlo a fuego medio hasta disolver el azúcar.

7Poner la fruta escurrida en una fuente grande, poco hondo y que no sea de metal.

8Llevar el almíbar a ebullición y retirar la cacerola del fuego.

9Echar el almíbar sobre la fruta.

10Cubrir la fuente con papel de plata y dejar la fruta en maceración 24 horas.

11Al día siguiente repetir la operación: escurrir la fruta, recoger todo el almíbar y por cada 30 cl. de éste incorporar 60 gr. de azúcar. Llevarlo a ebullición.

12Volver a echarlo sobre la fruta, cubrirlo y darle otras 24 horas de reposo.

13Los 5 días siguientes repetir el proceso, añadiendo 60 gr. de azúcar por cada 30 cl. de almíbar.

14Al llegar al octavo día, añadir 90 gr. de azúcar por cada 30 cl. de almíbar, llévalo a ebullición, échalo sobre la fruta y dale un reposo de 48 horas.

15El décimo día repite el procedimiento pero dándole un reposo de 4 días.

16Al décimocuarto día, retirar la fruta con una espumadera y ponla sobre la rejilla.

17Para secar la fruta, ponerla en una bandeja y en el horno tan sólo calentado por la luz piloto durante un mínimo de 4 horas o bien en un lugar caliente y seco (cuya temperatura no supere en ningún caso los 48º) durante unos 3 días.

18La fruta estará a punto cuando no esté pegajosa al tacto.