Lechugas blanqueadas con salsa de tocino y zanahorias

1Se eligen unas buenas lechugas de cocer.

2Se les quitan las hojas de fuera y el troncho.

3Se lavan y se atan para que no se abran.

4Se ponen tapadas, a cocer en agua hirviendo con sal, durante ocho o diez minutos.

5Se enfrían al chorro de agua y se escurren bien

6Se fríen la cebolla y zanahorias en sartén, con cuatro cucharadas de aceite.

7Cuando estén a medio hacer, se añade el tocino y cuando estén doradas, se ponen en el fondo de una fuente de horno, bien untada de mantequilla.

8Encima, se colocan las lechugas blanqueadas, se cubren con un caldo sabroso y se prueban que estén tiernas.

9Se sacan las lechugas a una fuente, partidas por la mitad y a lo largo, se doblan las puntas y se acompañan con unos cuadraditos de pan frito.

10La salsa se pone a reducir y, cuando haya unas ocho o diez cucharadas, se añaden cincuenta gramos de mantequilla y se bate unos segundos.

11Se echa encima de las lechugas y se sirve inmediatamente.