RECETA
Camarones al mojo de ajo
- 1 Kilogramo de Camarones
- ½ Litro de Aceite de oliva
- 250 Gramos de Mantequilla
- 1 Cabeza de Ajo
- 1 Taza de Vino blanco seco
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Lo primero que vamos a hacer es macerar los camarones al ajillo. Para ello, pela media cabeza de ajo y tritúrala. Lo ideal sería hacerlo con un triturador de ajo para no perder la humedad de este alimento, pero si no dispones de él puedes utilizar una licuadora o, incluso, el tenedor.
22 Coloca el ajo triturado en un refractario junto con el aceite. Para un sabor más intenso, puedes añadir a partes iguales aceite de oliva y aceite de girasol. Agrega también el vino blanco y tapa el recipiente con un paño limpio para que los ingredientes reposen y se mezclen por completo.
33 Mientras la mezcla para el macerado reposa, vamos a limpiar los camarones. Para ello, retira la cabeza, lávalos y enjuágalos muy bien. Las cabezas las desechas o las reservas para otra receta.
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Ahora corta la cáscara a todos los camarones por la parte superior para poder quitar la línea de color negra. Luego, enjuágalos bien con agua para retirar toda la suciedad y déjalos escurrir. Cuando estén casi secos, incorpóralos a la mezcla anterior y déjalos reposar unos 15 minutos para que maceren.
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Ahora, pela la otra cabeza de ajo y pica finamente todos los dientes. Luego, coge una sartén y añade el medio litro de aceite, la mantequilla y los ajos picados. Fríe los ajos durante 2 minutos aproximadamente, hasta que adquieran la consistencia de chicharrón de ajo.
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Una vez frito el ajo, añade los camarones al ajillo de 5 en 5 para que se cocinen bien. Si los fríes todos a la vez es probable que se forme mucho caldo por la humedad del marisco y no se cocinen correctamente. Deberás freírlos hasta que la cáscara adquiera un color dorado, bronceado. Cuando tengan este color, retíralos de la sartén.
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Puedes acompañar los camarones al mojo de ajo con una pasta al pesto, arroz blanco o verduras cocidas. En cuanto al aceite sobrante de freír el ajo y los camarones, no lo tires, puedes utilizarlo para hacer pan de ajo frito, por ejemplo. Como ves, se trata de una receta de camarones un poco más laboriosa que otras pero, recuerda, que el resultado vale la pena y más aún cuando se trata de marisco.