1Limpie las truchas.

2Póngalas en un plato con leche, a remojo durante 15 minutos.

3Corte las cebollas bien finas (picada, no la ralle que se quema). Se rehogue en la mantequilla, hasta que esté transparente.

4Escurra las truchas y se séquelas, colóquelas en una fuente refractaria, se rocían de limón, luego se sazonan con la sal y la pimienta, se le pone un poco de cebolla dentro de las truchas y el resto por encima, para que esté más sabroso ponga dos hojitas de laurel, rocíe con aceite y hornee.