1Lavamos los calabacines o berenjenas, dejamos la piel si es limpia y prieta, y cortamos en rodajas finas, como de 3 mm de grosor. Puedes cortarlas cejadas o rectas, a tu gusto, o puedes cortarlas a lo largo y luego por mitades si prefieres que queden rectangulares. Yo las corto redondas y cejadas, pero a tu gusto. Siempre bien finas para que se frían bien y no se queden crudas, que es una sensación desagradable sobre todo en las berenjenas.

2Si usas berenjenas tienen que sudar una media hora espolvoreadas con sal en un colador para que pierdan el amargor antes de seguir la receta.

3Ponemos una loncha de jamón sobre el calabacín (que no sobresalga de la rodaja, adapta el tamaño al calabacín), después una loncha de queso, más jamón y terminamos con calabacín.

4Hay que pasar el paquetito completo por harina, después por huevo batido y después por pan rallado creando unja fuerte capa de rebozado para que no se nos abra en la fritura. Freímos al momento en aceite caliente y servimos calientes. Si no los vas a freír al momento conserva en la nevera para que estén consistentes y cojan cuerpo.