1Echad las verduras, previamente cortadas, en 1 litro y medio de agua y dejad cocer hasta obtener cosa de 1 litro de caldo de verduras que resulte ligero (ni que decir tiene que se pueden sustituir determinados elementos por otros -coles de bruselas, grelos, acelgas, etc- dentro de lo que dicta el sentido común).

2En ese caldo coceremos las castañas cosa de media horita hasta que estén tiernas.

3Añadiremos entonces el arroz y dejaremos hervir el todo a fuego lento durante veinte minutos más.

4Pasaremos el contenido de la cacerola por un pasapurés (y, si lo deseamos, por un tamiz).

5El resultado lo echaremos de nuevo en la cacerola y lo llevaremos a ebullición.

6Añadiremos entonces la nata y sazonaremos (sin pasarnos, puesto que hay que contar con el Gruyere)

7Serviremos en platos soperos que habremos puesto previamente a calentar, añadiendo a cada plato las virutas de Gruyere, un trozo de mantequilla (del tamaño de una avellana) y la canela en polvo.