1Lavamos el pollo y eliminamos las pieles en donde sea posible. Lo escurrimos bien y lo salpimentamos.

2En un bol hondo ponemos la harina con todos los demás ingredientes secos: pimentón, curry, hierbas y el ajo en polvo o triturado. Mezclamos bien hasta que la harina tenga un color uniforme anaranjado.

3Separamos la harina en dos mitades y reservamos una mitad en un recipiente tapado. Sobre la otra mitad ponemos el huevo batido, el zumo de limón y el agua o la leche. Mezclamos y añadimos un poco más agua si es necesario. La consistencia debe ser la de una salsa bechamel.

4Sumergimos el pollo en esta pasta y mezclamos muy bien para que quede empapado por todas partes. Dejamos reposar el pollo en esta marinada en frío  un par de horas o algo más. Se puede dejar por la mañana si lo vas a freír por la noche.

5Vamos tomando los trozos de pollo con unos tenedores, dejamos que escurra ligeramente el exceso de masa y los pasamos por la harina aromatizada que habíamos reservado. Sellamos bien por todas partes.

6Freímos en aceite caliente (aunque no demasiado porque tiene que hacerse bien por dentro) hasta que va dorando. Es mejor freír en sartén porque el rebozado se puede quedar adherido en la rejilla de las freidoras.

7Escurrimos sobre papel de cocina y servimos caliente.