1Utilizar plátanos bien maduros, tiernos y con la cáscara negra.

2Colocarlos, sin pelar, sobre una parrilla y asarlos, dándoles la vuelta constantemente.

3Cuando estén listos, pelarlos y ponerlos de nuevo en la parrilla para que se doren.

4A continuación, hacerles un corte a lo largo, hasta el corazón, abrirlos y untarlos con mantequilla.

5Colocar encima tajadas de queso y poner de nuevo en la parrilla para que estén bien calientes y el queso se derrita.

6Por último, cortar en dos y servir calientes, espolvoreándolos con un poco de sal, si lo desea.