1Se escaldan los tomates maduros y coloreados.

2Se pelan y se parten por la mitad quitándole las pipas bajo el chorro del agua.

3Con el azúcar y el agua (un vaso de agua por cada tres cuartos de azúcar) la raspadura de un limón, una cucharadita de canela o de vainilla.

4Se hace hervir y cuando esta melosa se ponen los tomates a fuego lento.

5Se les deja espesar mucho, moviéndolo con cuchara de madera, para que no se peguen.

6Se dejan enfriar y se guardan en tarros de cristal, tapándolos con papel de estraza mojado en aguardiente fuerte y encima otro papel parafinado, poniendo en el tarro el nombre del dulce y la fecha en una etiqueta.