1Calentar la leche y la nata con la vainilla.

2Separar del fuego y dejar en infusión unos 20 minutos.

3Batir las yemas con el azúcar en un cazo hasta que esté espumosas.

4Retirar la vainilla y verter la leche sobre las yemas, acercar al fuego y espesar sin dejar de remover (no debe hervir).

5Enfriar metiendo el cazo en un recipiente con agua y hielo.

6Mezclar el puré de castañas con la la crema inglesa hasta que quede una crema homogenea.

7Verter esta crema en una molde de metal mojado con agua y escurrido.

8Introducir en el congelador durante 5-6 horas, batiendo varias veces durante el proceso.

9Servir espolvoreando con nueces picadas.