1El atún ha de desangrarse bien colocándolo durante unos diez minutos en abundante agua y sal.

2Una vez desangrado, se lava bien para eliminar todo residuo de sal y se corta en láminas de un centímetro, aproximadamente, o en trozos no muy grandes.

3Se elabora un majado con los ajos pelados y picados, media o una pimienta picante -según gusto-, y el pimentón y la punta de una cuchara de comino machacado.

4Se pone aceite y se remueve muy bien para formar una pasta ligeramente líquida, a la que se añade el tomillo, el laurel, el orégano y finalmente el vino y el vinagre.

5En algunos lugares se utiliza sólo un vaso entero de vinagre. En este caso, el vino es sólo opcional para disminuir algo el ácido acético, según sea el gusto que se prefiera.

6Se sala con precaución (es preferible rectificar en el plato y casi elaborado que pasarse inicialmente).

7El atún se baña en este preparado, que se deja al menos 24 horas en la nevera en maceración.

8Para elaborarlo, se sacan los trozos y se fríen para, seguidamente, colocarlos en una bandeja.

9En el aceite en que se ha frito el atún se vierte el resto del adobo, se deja reducir un poco y, pasándolo por un colador, se vierte como salsa sobre el pescado.