1Se corta 1 cebolla fina, y se fríe en aceite a fuego bajo.

2Mientras, se cortan los pimientos y se van pelando los tomates y cortándolos en dados.

3Cuando la cebolla adquiere un color marrón claro, se incorporan los pimientos hasta que estén blanditos (todo ello a fuego lento).

4Posteriormente se echan los dados de tomate, dos cucharaditas de curry, una de pimentón y se sala al gusto.

5El conjunto ha de cocerse siempre a fuego lento, deshaciendo el tomate con una cuchara a medida que se fríe.

6Cuando todo quede como una salsa espesa, tipo pisto, está hecho. Se reserva.

7A parte, se corta la otra cebolla fina y se fríe con 10 cucharadas de aceite; cuando esté doradita, se echa el arroz previamente lavado varias veces para que se le vaya el almidón, y se sofríe todo pero sin echar agua, todo también a fuego bajo.

8Pasados un par de minutos, se le va echando muy poco a poco agua, sólo que lo cubra, hasta que el arroz esté hecho. Tiene que quedar un poco quemado en la base.

9Finalmente, al arroz se le incorpora el curry por encima y se deja un poco que se filtre en el arroz.