1Lavar bien las espinacas debajo del grifo, después de haber quitado los tallos.

2Cocerlas en 1/2 taza de agua salada hirviendo, unos 5-6 minutos y enfriar en agua fria con hielo para que no pierdan su color.

3Escurrir bien en un colador.

4Calentar en una cacerola 3 cucharadas de aceite y añadir la harina, removerla con una cuchara de madera, y apenas haya tomado color, diluirla con la leche caliente y sazonar.

5Seguir mezclando la salsa hasta que haya espesado.

6Picar finamente la carne y colocarla en un recipiente.

7Añadir las espinacas, bien escurridas y picadas junto con la yema;

8Ligar todos los ingredientes con la bechamel preparada con anterioridad y formar las albóndigas con esta pasta.

9Pasarlas por el pan rallado y dorarlas en abundante aceite caliente.

10Servir bien calientes con salsa de tomate.