1En primer lugar, se mezcla la levadura con la mitad del agua tibia yse deja reposar en un lugar tibio hasta que forme espuma.

2En un bol se mezclan un tercio de la harina con la sal y se incorpora el resto del agua tibia, los dos tercios del agua fría, el aceite y la

3levadura y se mezcla todo, poco a poco.

4Se va añadiendo el resto de la harina para que vaya absorbiendo todo el líquido, se corrige de agua, si es necesario.

5Cuando ya se haya formado como una bola se pasa a un mesa enharinada y se va amasando con los nudillos unos 10 minutos, incorporando la harina restante hasta formar una bola suave y elástica.

6Se pone entonces en un bol, ligeramente aceitado, y se pincela con aceite, se cubre el bol con un paño y se deja reposar a temperatura ambiente unas dos horas.

7Pasado este tiempo se vuelve a amasar un poco con los nudillos para quitarle el aire.

8Entonces, se divide en cuatro partes iguales y se forman bolas con ellas.

9Con los dedos se estira cada una de las bolas hasta obtener pizzas redondas de medio centímetro de alto como máximo.

10Siendo este espesor ligeramente más alto en los bordes para que pueda retener los ingredientes.

11Una vez añadidos los condimentos la pizza ya está lista para meterla en el horno, engrasando previamente la plancha donde se va a depositar para que no se pegue.

12La temperatura del horno, si es eléctrico, será la máxima posible, siendo ideal el horno de leña a temperaturas de 300 a 400 grados.

13La masa también puede utilizarse entera si se desea una pizza grande.