1Con el agua y el azúcar se hace un almíbar que se deja cocer 5 minutos.

2Las hojas de gelatina se ablandan en agua fría.

3Bien escurridas se añaden al almíbar ya fuera del fuego, batiendo para una completa disolución.

4Colar el zumo de naranja y añadirlo al almíbar junto con el vino dulce.

5Dejarlo en el frigorífico hasta que empiece a espesar.

6Tomar un molde en forma de corona o en forma de “cake” según se prefiera.

7Ponerlo en el congelador unos minutos.

8Cubrir el fondo con una capa de gelatina y encima una capa de fruta que previamente habremos cortado en cuadritos.

9Cubrir con un poco de gelatina y dejar en el frigorífico hasta que cuaje del todo.

10Poner una nueva capa de fruta y cubrir con gelatina.

11Repetir la operación anterior hasta completar la altura del molde, acabado siempre con una capa de gelatina.

12Dejar en el frigorífico hasta el momento de servir.

13Para desmoldar pasar por el fondo y las paredes del molde, el secador del pelo en posición caliente.

14Servir la corona decorada con hojas de menta fresca.