1Dejar ablandar la mantequilla a temperatura ambiente.

2Lavar, secar y rallar la corteza del limón.

3Tamizar la harina sobre la mesa de trabajo, hacer un hoyo en el centro y agregar los huevos, mantequilla, ralladura de limón, agua de azahar y sal.

4Mezclar con la punta de los dedos, desde el centro hasta el exterior hasta que se integren los ingredientes y aplastar después con la palma de la mano, trabajando hasta obtener una masa lisa, blanda y que se despegue de los dedos.

5Formar una bola con la masa, envolverla en una hoja de plástico transparente de cocina y dejar repasar 4 horas en el frigorífico.

6Pasado este tiempo sacar la masa y extenderla con el rodillo, sobre una mesa enharinada, hasta dejarla lo más fina posible.

7Cortarla en rectángulos de 8 cm de largo por 4 de ancho.

8Calentar el aceite en una sartén honda o en una freidora e ir friendo los buñuelos a tandas.

9Tardan sólo unos segundos en quedar inflados y dorados.

10Darles vuelta con una espumadera, sacarlos y escurrirlos sobre papel absorbente.

11Pasarlos a una fuente espolvorearlos abundantemente con azúcar y comerlos recién hechos.